· Los funcionarios en campaña descuidan el trabajo de
sus dependencias
· Muchos trámites oficiales funcionan igual que en el
pasado, sin mejoras
· Cuadros sandovalistas se promueven para ser diputados
el año entrante
· “Dios ha hecho grandes obras por mí”, mensaje de RSC
en su Blackberry
Nayarit vive prematuramente
el 2014, año de elecciones intermedias y –según la opinión ortodoxa- momento en
que el pueblo hace un plebiscito de facto en las urnas.
Cualquier foráneo de visita
en Tepic pensaría que habrá comicios pronto, la semana que entra o algo así.
Por doquier muchos servidores públicos –tanto en cargos de designación, como de
elección- patrocinan acciones proselitistas; lo mismo con funciones de cine o
de lucha libre, regalando flores, pipas de agua, relojes de pared,
calculadoras. Incluso, me lo juran algunos amigos, uno que otro sortea dinero.
Se trata de llegar a marzo
con cierta estructura de activistas en un municipio, un distrito o una
demarcación, y que los electores de esa unidad geográfica más o menos los
conozcan y así lo manifiesten en las encuestas.
Son ellos los gestores de
soluciones para carenciados y precaristas. Como pararrayos, atraen a sus
oficinas de campaña las demandas indivuduales y colectivas para lucrar
políticamente al gestionarles una respuesta favorable.
Está tan arraigado el tema
de las elecciones del 2014 en la burocracia en general, que muchos le dan a
éstas acciones de proselitismo una altísima prioridad. En la labor de
posicionar –a veces a contrarreloj- a ciertas personas, están descuidando
gravemente a las instituciones.
No he visto que ese frenesí
por ganar simpatías ciudadanas lo apliquen muchos altos funcionarios en
implementar procesos de mejora en sus dependencias; ni he sabido que
dediquen largas jornadas en dar audiencia en sus oficinas, y en cambio, ocupan muchas tardes a tocar puertas
en recorridos casa por casa.
Las quejas por el mal
funcionamiento en las oficinas públicas es una estampa cotidiana en redes
sociales.
La apuesta de Roberto Sandoval era correcta: un
gobierno en el territorio, no en el escritorio. Sin embargo, muchos de los
cuadros sandovalistas entendieron que tenían un tácito permiso para hacer precampaña,
y no para acercar soluciones a la gente.
Para buena suerte del PRI,
la oposición está en una fase de letargo suicida. Y en tal contexto, es
factible que cualquier persona –por desconocida que sea- con un mínimo de
autopromoción, algo de bisutería para regalar y una cuadrilla de “voluntarios”
logre un posicionamiento regular, como para ser considerado candidato el año
entrante.
Queda claro que Sandoval pedirá mano al mexiquense César Camacho, Presidente del PRI, para
proponer a los abanderados del tricolor a los 18 distritos. Buscará que la 31
Legislatura sea suya. De ahí que un gran número de leales anden desatados
buscando arraigo de microondas.
Si no pasa nada
extraordinario, es muy factible que el gobernador tenga a partir de agosto del
2014 un Congreso a modo, con una bancada mayoritaria del PRI.
Pero habrá que reparar en
los costos de producir a las figuras que tomarán posesión como
diputados, pues es evidente que sólo usaron sus cargos públicos como plataforma
personal, sin retribuirle nada a sus instituciones.
Debe haber alguien que le
diga a Roberto Sandoval que la
efervescencia de muchos de sus colaboradores por debutar en política en las
elecciones intermedias tiene en situación de grave descuido a las
dependencias oficiales. Y si el gobierno no mejora su desempeño, después del
2017 el juicio histórico –que nada tiene que ver con los resultados electorales
del sexenio- podría ser no grato para el actual mandatario.
Ese entusiasmo que hay por
estar en las boletas de la próxima elección local también debe traducirse en
acciones para recalibrar la función pública, pues –más allá de eslóganes- no
hay mucha diferencia en los servicios, trámites y programas del “Todos
Somos Nayarit” con “El Gobierno de la Gente”.
DE BUENA FUENTE: No fue buen domingo para varios aspirantes a la alcaldía de Tepic por
el PRI, pues a las 12:57 de ayer, el gobernador Roberto Sandoval puso un mensaje personal en su Blackberry que les
pareció premonitorio: “Dios ha hecho grandes obras por mí”.
La lectura que los
privilegiados en tener como contacto al gobernador le dieron a este mensaje fue
de simpatía por Gianni Ramírez,
Secretario de Obras Públicas, a quien identifican con el lema “Grandes Obras”.
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@ehq