El arribo de Griselda Esparza al PRI se gestó bajo la idea de dinamizar radicalmente a ese instituto. Así fue sugerido en los cabildeos para aceitar su llegada. En la perspectiva teórica la idea era agradable, una mujer joven haciendo equipo con otro cuadro igualmente joven, ambos de distintas corrientes políticas.
La gestión de José Luis Dónjuan y Trinidad Espinosa Martínez fue decente, ortodoxa. No se podía esperar mucho. Fueron eficaces en cumplir indicaciones, pero en definitiva no tuvieron la altura para desactivar los diferendos entre la corriente magisterial y las olas roja y blanca. El relevo se justificaba. En su descargo hay que decir que fueron los menos culpables de la doble derrota en el 2009.
Así pues, la entronización de Griselda se esperaba poderosa, consensuada, vibrante. Nada de eso ocurrió. Quedó la percepción de que el PRI solamente operó la aquiescencia de la corriente magisterial y ya. Un coro enorme de voces críticas cuestionaron el perfil de la arquitecto, tanto en medios formales como en las redes sociales de Internet.
Ella misma no puso mucho de su parte. En su entrevista radiofónica de estreno, el viernes, se mostró poco propositiva y cayó en el error de recitar inercialmente el fraseo típico de los cuadros de la “ola roja”. Y, creo que abusó de las loas a su amigo y padrino político, Ney González.
EL ESPEJO DE VIELKA IRAIS
Aplica al caso la célebre frase que “no hay segunda oportunidades para causar una primera buena impresión”. Griselda Esparza debió haber estado a la altura de los bosquejos que se hicieron a mediados de enero, cuando en las alturas se empezó a comentar su perfil como el idóneo para la coyuntura que vive el PRI en Nayarit.
Quizá sea un caso más –y ya van varios- en el que su legitimación se tendrá que dar a posteriori, sobre la marcha. Sin embargo, no es bueno que haya empezado con un hándicap en contra.
Será bueno que Griselda se vea en el espejo de un caso similar al de ella, el de Vielka Irais Rivera Félix, joven profesionista también, quien fue designada primero subsecretaria de desarrollo económico en septiembre del 2008, y a partir de este 2009, titular de esa importante dependencia.
Hace 16 meses, Ney González dijo de ella que llegaba a la subsecretaría de SEDECO que llagaba para aportar “una nueva visión y entusiasmo”. Sin embargo, el viernes pasado la nota principal del Matutino Gráfico retrata la decepción que la funcionaria ha causado a la CANACINTRA, pues según su presidente Roberto Milton Rubio, a un mes de su llegada a la titularidad de esa Secretaría no la conocen, y –peor aún- ni siquiera se ha dignado a recibir ni regresar las llamadas telefónicas del dirigente empresarial.
Una de las críticas sexenales más recurrentes a los nuevos cuadros impulsados por Ney es que a veces llegan sin el proceso de adoctrinamiento que todo político o servidor público experimentaba. Son jóvenes, les tiene confianza y afecto, pero ignoran códigos y rituales básicos, mismos que antes eran prerrequisitos indispensables para escalar peldaños en la vida pública.
Ojalá que Griselda no le quede mal a quienes confiaron en ella, a saber, Ney y la corriente magisterial.
DE BUENA FUENTE: Hizo gala de su anfitrionía Antonio Echevarría García este fin de semana en el hotel Grand Velas de Nuevo Vallarta para atender con esplendidez a Brian Smith, presidente de la empresa Coca Cola para Latinoamérica, y a Rafael Hernández, vicepresidente de relaciones gubernamentales de esa compañía, así como a Genaro Borrego Estrada, Director de Asuntos Corporativos de FEMSA, la embotelladora con sede en Monterrey.