Por Enrique HERNÁNDEZ QUINTERO
Si a los políticos (dentro y fuera de MORENA) le dieran la oportunidad de escoger al adversario más cómodo para la gubernatura en disputa del 2027, a ojos cerrados se inclinarían por Geraldine Ponce.
¿TEPICENSES DECEPCIONADOS?
Y es que, hoy por hoy, los resultado del pasado 2 de junio muestran la fragilidad de su presente: Obtuvo ¡34 mil votos menos que en 2018! y !17 mil menos que en 2021! ¿Por qué razón tantísimos tepicenses decidieron no refrendarle su confianza? Quizá porque votaron por ella, no por alguien más. Sencillito.
Con los poco más de 64 mil sufragios obtenidos para reelegirse, Geraldine queda muy lejos de los más de 85 mil votos que los capitalinos le dieron a la novel Andrea Navarro y los casi 83 mil otorgados a favor de los senadores electos Jasmine Bugarín y Pavel Jarero.
Otro dato dominguero: uno de cada tres tepicenses que votaron por Claudia Sheinbaum, no lo hicieron por Geraldine. Y eso que el municipio capitalino fue el más bajo en porcentajes a favor de la presidenta reelecta: 56 por ciento contra 68 y 63 puntos del norte y sur nayaritas, en donde las acciones de gobierno federales y estatales han sido constantes y eficaces.
LOS TEMAS DEL CORAZÓN
Y es que en Tepic queda claro que los morbosos (y estridentes) temas extra institucionales han suplantado la narrativa oficial del Ayuntamiento. Como vecino del centro de Tepic tengo poco que quejarme del gobierno municipal; ¡Ah! pero que fastidio es que los "temas del corazon" sean los que colonicen la agenda cupular un día sí y otro también.
Si algo difícil hay en marketing gubernamental es modificar percepciones, máxime cuando las decisiones de los actores públicos gravitan en sus muy subjetivos afectos. Si Geraldine no tuviera el anhelo de ser gobernadora en 2027 haría bien en festejar su triunfo reciente. Pero la verdad es que su tendencia a la baja, documentada, la pone inesperadamente como "la rival más débil".
Es numeralia electoral, sin pasiones.
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