lunes, 19 de octubre de 2009

Si Facebook hubiera existido cuando el "zorrazo"

Los políticos no están exentos de cometer errores. Pero en caso de incurrir en una pifia mediatizada tienen el deber de operar un control de daños que minimice sus efectos. Pero no todas las coyunturas negativas son susceptibles de enmendarse.
Hoy las leyes de transparencia hacen posible que los ciudadanos comunes se asomen a las entrañas del Gobierno, y por ello las autoridades ya no tienen la posibilidad que existió hasta antes de junio del 2005, que la ropa sucia se lavara en casa, sin que la gente se entere.
Cualquier mala decisión documentada es materia prima del escándalo, sobre todo desde aquel famoso parte aguas de las “toallas de 4 mil pesos” de Vicente Fox. Eso es algo que no alcanzan a entender muchas autoridades novatas, que creen que los fondos revolventes, los nombramientos, las facturas o la correspondencia oficial son información reservada, como antes.
Al estar vedada la posibilidad de actuar con hermetismo u opacidad, la obligación de los funcionarios es –como dice el gobernador Ney González- hacer bien la parte que les corresponda. Entonces, en caso de cometer un error, las administraciones públicas deben prever un equipo de medios que permita operar controles de daños oportunos y efectivos.
Aquí es bueno citar el estilo con el que resolvió Mitterrand este tipo de circunstancias adversas cuando fue Presidente de Francia: “Yo siempre hice de mis errores administrativos, éxitos políticos”. Supo corregir el estadista, admitiendo el error y reandando el camino.
Sin embargo, hay temas cuya esencia hace imposible poner en marcha remedio alguno para evitar la afectación de imagen, como el simbólico caso de René Bejarano. A veces ni el transcurrir del tiempo mitiga los efectos nocivos.
Ya cuando los periódicos que dieron la noticia estén amarillentos y olvidados, cuando los temas del momento sean otros, en la memoria de la gente persisten este tipo de datos que califican mal a los políticos, y si no, pregúntenle a Celso Delgado, quien lleva ya 2 décadas llevando a cuestas el famoso “zorrazo” de 1988.

DI NO A LA SUPLANTACIÓN EN LA WEB 2.0
No hay estrategia eficaz que garantice la restauración de imagen tras la mediatización de un grave desacierto. La Web 2.0 es, desde hace un lustro, una caja de resonancia incontrolable, en donde hacen eco mayúsculo los rumores que –incluso- nunca llegaron a los medios tradicionales.
Las redes sociales, como Facebook, son un potenciador de los efectos negativos de los medios impresos y electrónicos. Y si un político no gestiona su imagen aquí, otros se encargarán de gestionarla. Esa es una de las reglas indiscutibles del mundo virtual.
Eso es lo que los políticos ortodoxos no han entendido. Operar medios es algo relativamente fácil; pero operar la imagen en la Web 2.0 es una tarea altamente complicada, máxime si se delega en terceros el monitoreo y posteo de opiniones y las estrategias de reacción ante escenarios adversos, como lo hace Roberto Sandoval.
Quienes no dominen prácticas 2.0 estarán en desventaja frente a otros políticos cibernetizados (o nativos digitales). Tan es pecado en la comunicación bi-direccional no estar –como el diputado Manuel Narváez o Guadalupe Acosta Naranjo, por citar un ejemplo-, como que un empleado suplante la personalidad de un político.
Si la Web 2.0 hubiera existido en 1988 -cuando el "zorrazo"-, Celso hubiera caído de la gubernatura. Así de grave es el peso específico del mundo virtual, bidireccional, en el que los cibernautas nutren los contenidos. ¿Se imaginan la escandalera que hubiese producido el video de los reos ejecutados?
Lo mejor que puede hacer un político hoy, para prevenir daños en algún escándalo, es estar en las redes, personalmente, no mediante terceros.

DE BUENA FUENTE: Alrededor de 500 profesionistas nayaritas congregó el senador Gerardo Montenegro este sábado en el casino María Magdalena, interesados en concursar por una de las 25 becas para estudiar una maestría virtual en el Tec de Monterrey con un subsidio que va del 80 al 90 por ciento del costo total de las colegiaturas.

DE BUENA FUENTE 2: Que la ley para la competitividad y el empleo confeccionada por el diputado Pablo Montoya no es la "única en su tipo en la República Mexicana" como se adjetivó recientemente en el Poder Legislativo local al darla a conocer a sectores empresariales. Nos reportan que en Tlaxcala desde el 2004 y Baja California desde el 2005 se han aprobado leyes para la competitividad similares a la que autorizó recientemente el Congreso nayarita. ¿Algún día los diputados locales se lucirán con una ley original y no copiada?


DE BUENA FUENTE 3: Se espera movimiento del SUTSEM para este día. El fin de semana trascendió la intención de este gremio de hacer una serie de paros a partir de las 9 de la mañana hasta que algunos tesoreros municipales se pongan a mano con el pago de adeudos (2% en salarios y 6% en prestaciones).