Abierta ya la discusión sobre la ratificación o nombramiento de 2 nuevos magistrados, conviene explorar las opiniones de los servidores públicos judiciales.
Los maestros en Derecho Javier Germán Rodríguez y José Ramón González Pineda concluirán su período de 10 años en el peldaño más alto del Tribunal Superior de Justicia. Ambos son profesionistas capaces, con indiscutible experiencia y conocimientos.
Lo que vaya a ocurrir con ellos en septiembre –se van o se quedan- debe ser parte ya de la agenda prioritaria de la planta alta de palacio de gobierno. Y no sería mala idea que los operadores del gobernador Ney González hicieran una amplia auscultación con las opciones factibles.
Al mandatario nayarita le gusta pulsar sus decisiones con los grupos de interés. Lo hizo así cuando alcalde de la capital al pedir propuestas al Colegio de Notarios respecto del Director de Desarrollo Urbano. Los fedatarios propusieron al arquitecto Edwin Hernández Quintero –mi hermano-, quién pronto se convirtió en uno de los hombres de confianza del edil, pese a no conocerse previamente.
¿LA RATIFICACIÓN ES PLAN “B”?
La ratificación de los magistrados se percibe como la opción B, ante la imposibilidad de llevar adelante un plan A, es decir, oxigenar el Pleno del Poder Judicial con la designación de dos nuevos magistrados legitimados, capaces y con perfil renovador.
¿Con qué criterio abordar este expediente? Definitivamente Ney y los diputados deben privilegiar a los perfiles generadores de consensos, como el del joven doctor en Derecho Alfonso Nambo Caldera, o –retomando el ejemplo de González Pineda en el 99- dar una oportunidad a los togados, a los jueces o servidores públicos judiciales en activo con intachable hoja de servicios.
Muchos de los funcionarios del Tribunal sienten que ahí dentro hay elementos con capacidad y solvencia profesional para desempeñarse en la magistratura, pues en las decisiones previas que Ejecutivo y Congreso han tomado –en 99, 2003 y 2005- sus nombres han servido solo de relleno en las ternas.
No estaría mal revitalizar la carrera judicial permitiendo que uno de los togados despache ahora como magistrado.
DE BUENA FUENTE: No estaría mal que Griselda Esparza impartiera un taller de cabildeo. Parece que algunos operadores de ámbitos municipales desconocen el ABC de algunas gestiones elementales.