Ha llamado mucho la atención el spot de televisión de Roberto Sandoval en el que asegura que de llegar a la gubernatura, el CEFERESO de El Rincón “se va”, esto es, dejará de albergar a reos federales. A nivel popular, la frase se ha reutilizado jocosamente para enfatizar el hastío contra el clima de inseguridad. A cada evento violento que se conoce –poniendo en praxis la teoría detrás de la propuesta del candidato del PRI- el ingenio popular decreta espontáneamente una solución similar: “El puente de los lobos se va” o “La loma se va”.
Más allá de lo que opinen los creativos que concibieron el spot, llama la atención la adopción que el PRI hizo del discurso sexenal que concibe al CEFERESO número 4 ubicado en El Rincón, municipio de Tepic, como una fuente o factor propiciante de la violencia en la capital, en contraste con el veredicto multitudinario que le carga culpas a funcionarios de dependencias policíacas.
Salvo que efectivamente las encuestas así lo demuestren, muchos creemos que no existe relación alguna entre ese centro de rehabilitación y la guerra desatada entre los cárteles locales.
“LOS MALES VIENEN DE FUERA”
En realidad no existe un análisis o estudio serio, ya de alguna universidad, ya de alguna dependencia, que permita acreditar la relación entre el CEFERESO de Tepic y los levantones, ejecuciones y enfrentamientos a balazos que vemos en las calles.
El 2 marzo del 2010 el gobierno organizó una marcha en la que básicamente desfilaron líderes priístas para pedirle a Ney González su gestión ante la instancia federal y reubicar ese controvertido penal, “ya que a ello se debe el quebrantamiento de la paz y tranquilidad en que vivimos por mucho tiempo los nayaritas”, declaró el diputado Manuel Narváez. En ese tenor, el legislador Roberto Lomelí arengó a los asistentes para que al unísono pidieran “¡fuera el CEFERESO de Nayarit!, porque todos los sectores del estado, políticos, funcionarios, líderes sociales y el pueblo en general no queremos más enfrentamientos de gente que viene de otros estados”.
Desde entonces, en cuanta manifestación ciudadana pública ha habido o en comentarios en redes sociales, se percibe con claridad que el argumento anti CEFERESO es simplemente un ejercicio de auto exoneración por parte de las autoridades locales, pues al común de la gente señala otras causas.
Hace 3 o 4 años, los funcionarios estatales hablaban de los “hechos aislados” y del “efecto cucaracha” para justificar los incidentes violentos. Luego culparon al CEFERESO. Ninguno de los 3 razonamientos pegó entre los habitantes. Prueba de ello es que en una encuesta telefónica hecha hace 2 meses a 800 habitantes del estado el rubro peor calificado de la administración de Ney sea el combate a la violencia con un 4.2 en escala
Extraña que Sandoval haya comprado este argumento con tintes chovinistas y no otros que sí están en la agenda de la gente –y en la de los expertos-, y que cuestionan con severidad el desempeño de los mandos locales. Bastan unos cuantos clicks a la página del Sistema Nacional de Seguridad Pública para entender que los funcionarios estatales han sido omisos y negligentes en grado extremo.
Tan sencillo que hubiese sido ofrecer a los votantes “cárcel a los cómplices corruptos”, como –en contraste- sí o idearon en otro cuartel de campaña.
DE BUENA FUENTE: En redes sociales fluye una campaña contra los “caciques” de la educación. ¿La causa? Los acusan de dar línea a los agremiados para apoyar al PAN el 3 de julio. Bueno, tiene cierta lógica el tema, fue el partido blanquiazul quien les abrió la puerta con candidaturas. En el PRI se las cerraron.
Twitter: @ehq