ENTREVISTA
- Un encuentro en el mercado Juan
Escutia, entre tortas, chocomiles y música popular
- Vivió 5 años en California y
desde los 16 de edad ha trabajado como maestro de inglés
- Explica que está en fase de
posicionamiento, “ya después daré a conocer mis propuestas”
- Es católico. Porta en su muñeca
una pulsera de madera con imágenes religiosas
Por Enrique Hernández
Quintero / Exclusiva Meridiano
El centro de Tepic duerme antes de las 9 de la
mañana. Las cortinas de acero de los comercios esperan a cientos de empleados
de mostrador que llegan paulatinamente en los camiones urbanos desde las
colonias de la periferia; mayoritariamente se apean por la calle Puebla, atrás
de la Presidencia. Hay pocos autos en las calles.
En el tradicional mercado Juan Escutia, en
cambio, clientes y locatarios desde temprano están en actividad intensa. Estudiantes,
trabajadores y gente que va a gestiones gubernamentales hacen una escala para
mitigar el hambre, otros a comprar la despensa.
Ahí llega el candidato del PRI a diputado
federal, Roy Gómez, sin séquito. Lo
acompañan Jorge Segura, presidente
de ese partido en el municipio, y un joven asistente. Nadie más. Poco antes de
su arribo, José Ángel Cerón junior, un priísta de cepa (su padre fue
líder del Congreso local del 87 al 90), llega en calidad de hombre de la
avanzada a hacerme compañía durante la breve espera.
Roy y un servidor por primera vez en la
vida nos saludamos con el “mucho gusto” de rigor. Nos conocíamos de vista.
Acordamos desayunar ahí, en el mercado, pues era cómodo para efectos de su
agenda. Ninguna objeción de mi parte.
LA CAMPAÑA SE NOTA: HA PERDIDO VARIOS KILOS DE
PESO
Los efectos de la actividad proselitista
empiezan a hacerse notar en su físico. Ha adelgazado. “Antes me apretaban los pantalones
de mezclilla talla 36, ahora me quedan flojos”, ilustra metiendo un pulgar por
dentro de la presilla. Le calculo 90 kilos a ojo de buen cubero. Pedimos tortas
–él de pierna, yo de jamón con queso amarillo- y chocomiles, en el aclientado
local de sus amigos de la familia Murillo.
51 años instalados ahí, según reza un cartel.
En el derredor los “marchantes” compran fruta,
carne, pollo, flores, calabaza enmielada y hasta hierbas medicinales; pero a
esa hora los locales con mayor demanda son los que ofrecen comida, fast food a la mexicana.
La gente reconoce al aspirante priísta y se le
acerca. Varios niños hijos de artesanos indígenas llegan a saludarlo y él los
invita a desayunar. Se sientan a su diestra. Le pregunto a Roy por vida antes del 2008, cuando salta a la escena pública como
Secretario de Desarrollo Social del gobierno municipal de Tepic, designado por
el entonces alcalde Roberto Sandoval.
De inicio me sorprende relatando su vida: “Me
casé a los 19 años. Yo ya trabajaba desde los 16 dando clases de inglés, estuve
5 años en Riverside, California, cuando mi papá hizo un doctorado en
estadística, aprendí el idioma y regresando lo aproveché. Fui maestro de
idiomas en la escuela de la familia Guerra
Francis, en el instituto Edison, en el colegio Simón Bolívar de la señora María Eugenia Jiménez Valenzuela”.
“En el 97 egresé de la Licenciatura en
Informática y Estadística, y empecé inmediatamente a dar clases de inglés y
computación en la Escuela de Agricultura de la UAN, pues era una exigencia ya
en los programas académicos”. Roy es
de buen diente. Pide una sincronizada después de dar cuenta de su lonche. “Es
del equipo”, pienso.
Me platica de su familia: su esposa es maestra
y están en espera de su cuarto hijo. Tienen dos mujercitas de 18 y 15 años y un
varón de apenas dos de edad. Con el apoyo familiar, él y su mujer pudieron
sacar adelante sus estudios profesionales después de contraer nupcias. La
charla es interrumpida varias veces por gente que llega a estrechar su mano. Roy se disculpa, y le indico que
atienda, que no hay problema. “Mis empleadas te quieren conocer”, le dice el
exalcalde de Tepic Remigio Rosales,
cuya zapatería se encuentra a un costado del mercado. Abrazo y dos palmadas en
la espalda, a la usanza de los políticos del PRI.
EL FUTBOL AMERICANO: SU DEPORTE
Los bonos de Roy suben conmigo cuando me habla de su afición por el deporte de
las tacleadas. Es seguidor –como yo- de los Vaqueros de Dallas. Cuando
preparatoriano fue parte de los “Osos Grises”, un equipo local de futbol
americano que era entrenado por Emigdio
Ramírez, uno de los pioneros que fue parte de los “Tigres” del Tecnológico
de Tepic. De hecho, recién grabó un spot en video con los “Lagartos” de la UAN,
el actual equipo universitaria de esta disciplina. Por razones de vecindad,
durante muchos años fue asiduo visitante de las canchas de basketbol de La
Loma, en donde no pocas veces coincidió con Roberto Sandoval. Me sorprende que no mencione al fútbol sóccer
entre sus aficiones.
Se define “muy amiguero”, pero reconoce que
desde que se involucró en la política, el poco tiempo libre que le queda lo
disfruta en familia, viendo cine, o comiendo mariscos, en especial le gusta el
chicharrón de pescado de la tierra de sus ancestros: Santa María del Oro.
El candidato platica sin pausas; lo percibo
franco, a diferencia de otros que a fuerza de pensar todo lo que dicen se dejan
sentir artificiales, calculadores. Tampoco busca mostrarse como un conocedor.
No. Confiesa que está aprendiendo. Me sorprende cuándo me inquiere sobre los
puntos débiles que yo veo en él; y se los digo, con respeto y argumentos de
soporte. Toma nota mental de ellos y me replica cortésmente.
PRIMERO QUE ME CONOZCAN; LUEGO, LAS PROPUESTAS
Le pregunto si conoce a Ángel Castro, su contrincante del PAN. Me dice que sí, que los
presentó Alejandro Fonseca –ex
tesorero municipal- cuando trabajaban en el Ayuntamiento. “Tiene una gran
oportunidad que debe aprovechar, no es solamente la posibilidad de ganar una
elección, sino de que la gente te conozca y le pueda servir”. Continúa su
reflexión pero ya hablando en plural: “Yo creo que debemos aprovechar esta
oportunidad que pocas veces se nos van a volver a presentar, para ser alguien
en base a los hechos, y que la gente te reconozca tus acciones”.
Me plantea las etapas de la campaña y aclara que
está en la fase de posicionamiento, de presentarse ante los tepicenses, para
que lo conozcan. “Ya después vendrá el momento de divulgar mis propuestas, pero
yo ya tengo claro qué es lo que voy a hacer como diputado federal. Seré un
aliado del gobernador, porque debe haber labor de equipo para generar
desarrollo en el estado”.
Comenta que cuando acompañó a Roberto Sandoval en su etapa de alcalde
de Tepic, a presentar propuestas de inversión federal al DF lograron que les
aprobaran un 20 por ciento aproximadamente, “lo cuál es un muy buen
porcentaje”, explica.
“Roberto
es un experto en formar equipos que generan resultados. Imagínate que tenga él
a una persona que esté en el Congreso de la Unión empujando y respaldando los
proyectos de Nayarit”, me dice como visualizándose a futuro.
Un músico con un gastado contrabajo se acerca y
le pregunta si le puede dedicar una canción. Roy –obviamente acepta- y el viejano se arranca con “Eslabón por eslabón”
de Los Invasores de Nuevo León. Momento de apagar la grabadora USB e
intercambiar pines del Blackberry.
Roy viste uniforme de campaña. Camisa
de algodón blanca de manga larga, pantalón de mezclilla y zapatos para caminar.
Usa un sencillo reloj y su argolla matrimonial de oro. Le pregunto por una
pulsera de madera con vivos dorados en su muñeca derecha. La acaricia y me
explica: “Esta me la regaló Roberto
Sandoval, son imágenes de santos, y también traen a la virgen, al Papa, al
Sagrado Corazón, pero se me han caído algunas figuras, cuatro santitos, y ayer
se los quité para pegárselos y laquearla de nuevo. Está bendita, yo soy
católico”.
¿EL DELFÍN?
Ambos oteamos discretamente a los celulares
para ver la hora. A las 10:30 tiene otro compromiso. Le confieso que varios
amigos míos se han expresado muy bien de él (Julio Plascencia, Oliver
Fernández), y que otros que no lo conocían tuvieron una muy buena primera
impresión suya, como la familia Montenegro.
Sus colaboradores –excepto Cerón- se
adelantan para checar detalles del siguiente encuentro del día.
No se lo comento pero me despido de él
llevándome un buen concepto de su persona. Quizá por eso su apuesta en campaña
sea la de caminar manzanas enteras para presentarse casa por casa, en lugar de
los tradicionales eventos masivos.
Roy se dirige a la puerta que da a la
plaza de las artesanías y yo a la calle Puebla. Aún dentro del mercado reviso en
mi celular los temas que apunté para comentar durante la entrevista. Me percato
que omití uno: su comentario sobre la opinión de varios conocedores de política
local que lo consideran como el “delfín” en el 2017.
Ni modo. Ya será motivo de la siguiente entrevista.