El discurso de unidad en el PRI tendrá que esperar mejores tiempos. Ayer se mostró que la lucha por la candidatura a gobernador generará escisiones seguramente o, en el mejor de los casos, frenéticas contracampañas.
A las 11:08 de la mañana del martes, una nota que no citaba fuente en el portal de
Otro dato importante que se decodifica en la publicación es el siguiente: “En este momento se disputan la candidatura los dos senadores del PRI, Raúl Mejía González, Gerardo Montenegro Ibarra y el presidente municipal con licencia de Tepic, Roberto Sandoval, éste último no descarta aún la posibilidad de ir en alianza con un partido distinto del tricolor si se decide que la selección de candidato sea distinta a la de consulta a la base aunque el tiempo límite para registrar una coalición es este viernes próximo”.
RAÚL Y GERARDO, SU TURNO DE MOVER LAS PIEZAS
Es decir, Jesús Burgos, delegado del CEN del PRI en la entidad, seguramente tomó nota de un primer escenario que generaría deserciones anunciadas. No es casual que se haya nombrado a un sinaloense –exlíder del Congreso local y exalcalde de Guasave- para operar el difícil proceso de designación del candidato a gobernador. Recordemos que en el estado vecino el PRI perdió ante un priísta –Mario López,“Malova”- quien no obtuvo la nominación. Y aquí ya estamos ante un embrión de otro malovazo.
Incluso en declaraciones a Verónica Rangel de W Radio, el popular Roberto Sandoval fue más claro: “Advirtió que una posible alianza entre el PAN y PRD en la entidad conjugado con un candidato "por imposición" en el PRI implicaría perder la gubernatura”. Pero también explicó que “de resultar perdedor en una consulta a la base para elegir al candidato a la gubernatura, respetaría los resultados y se sumaría al trabajo del abanderado. De lo contrario, si se confirma una imposición del gobernador Ney González, buscaría otros escenarios políticos”.
Así pues, una vez que movió sus piezas Sandoval, competerá a los otros involucrados en la sucesión, los senadores Mejía y Montenegro, hacer la siguiente jugada, que bien podría ser un escenario de declinación de alguno a favor del otro para librar la madre de todas las batallas: la consulta interna en el PRI.
DE BUENA FUENTE: Un modelo prospectivo difundo por la revista Voz y Voto, creado por Armando Robinson, le asignaría en los comicios del 2011 un 45.2 por ciento de la votación al PRI, con base en el comportamiento en lecciones previas. Por su parte, al PAN le calcula un valor probable de 20.2% y al PRD 23.9%, ojo, por separado. “Una alianza entre PAN y PRD podría modificar drásticamente el escenario de la competencia”, aclara el analista.