A diferencia de hace un par de décadas, otra vez el PRI ensayará las cuotas de poder como mecanismo para tratar de contener las escisiones. Pero a diferencia de antes, esta vez, es adivinable que corrientes y líderes inconformes auspiciarán el voto diferenciado con singular alegría. Definitivamente la unidad que -¡discurso hueco!- pregona la burocracia priísta no se presentará.
Una vez más, como en las elecciones federales del 2009, es visible que la división y los conflictos internos detonarán en contracampañas. Las corrientes no beneficiadas con la gubernatura cuidarán sus parcelas (alcaldías, diputaciones, regidurías), pero difícilmente no se involucrarán con efectividad en la campaña de quien aspire a suceder a Ney González.
Tras la salida de Miguel Ángel Navarro Quintero del PRI en 2005, la aparente recomposición en torno a Ney tuvo eficacia apenas 3 años, pues en las elecciones intermedias –y con una altísima calificación al gobernador como marco-
EN 2009 APARECIÓ EL FANTASMA DE
Sin embargo, la designación de Griselda Esparza como presidenta estatal, primero, y el desaseado cabildeo de enero y febrero con los líderes nacionales del PRI para impulsar una candidatura de unidad para gobernador, después, acabaron por conformar un feo panorama que aparentemente sólo se superará si quien resulte ungido realiza una campaña abierta para ir por los votos de los electores switchers, es decir, si asume un rol como candidato opositor, de plano.
En el caso Nayarit se aplicó la regla dialéctica de que una fortaleza se convierte en debilidad. Ese gusto sexenal de fintar, de mostrar caretas, de soltar pistas falsas, de dibujar bosquejos imaginarios que otros decodificaron como reales, eso atomizó las posibilidades de operar una sucesión aterciopelada como en Chihuahua o en Tamaulipas.
El “todos contra todos” que hoy es el PRI ha llegado a la calle. Aquella máxima de que los silencios públicos se cultivan en diálogos privados, simplemente no ocurrió aquí. Y los electores ven con morbo esa realidad. Y frente a una oposición que se ve fuerte y que espera nutrirse con adhesiones públicas y secretas de priístas, la campaña a gobernador será cuesta arriba.
DE BUENA FUENTE: No tenía caso provocar un debate innecesario con el tema de la pausa partidista. Tal como están las cosas, al interior del PRI se puede tramitar el dato como burla o provocación; y al exterior, la gente lo procesó como una postura del mundo de la ficción.
DE BUENA FUENTE 2: Este viernes estará en Tepic, el senador Carlos Navarrete del PRD quien viene a develar un misterio que traen angustiados a muchos opositores y también a una gran cantidad de partidarios del PRI: El método con el que la alianza PAN-PRD elegirá a su candidato a la gubernatura. Júrelo usted que será consulta.