Una tarde de diciembre del 2004, me tocó atender a Jonás Flores en la antesala del entonces diputado Manuel Cota. Le expliqué que estaba reunido con Adán Meza, el Secretario General de Gobierno. No había prensa, ni burócratas. El edificio sede del Congreso lucía semivacío. A Jonás le sorprendió y le gustó saber de tan discreto encuentro. “Magnífico. Los silencios públicos se cultivan en diálogos privados”, me confió con su clásica elocuencia.
Mediatizar asuntos de la agenda privada es una variable. César Yáñez, el vocero de Andrés Manuel López Obrador, nos platicó la estrategia del Jefe de Gobierno del DF al respecto. Con el tejido social a su favor, y con muchos líderes de opinión de acuerdo –incluyendo a Carlos Slim, por ejemplo- cuanto asunto salía a los medios obtenía para la causa del “Peje” un respaldo casi automático.
Claro, hubo muchos expedientes que se quedaron en el maletín de los asuntos privados. No todos los casos se hicieron públicos.
LA PUBLICIDAD NO SIEMPRE AYUDA
Publicitar un tema ayuda a la solución, siempre y cuando la autoridad se asegure de operar las adhesiones conducentes. Ni siquiera a los aliados les debe caer de sorpresa.
Digo esto porque en estos días se dio a conocer un diferendo entre Poderes, a partir de la necesaria remodelación del Centro de Internamiento y Reinserción Social de Adolescentes, mejor conocido como CIRSA –obra a cargo de la Secretaría de Obras Públicas-, y la implicación que ello conlleva: el traslado temporal de un Juzgado a Paso Hondo, Tecuala, lugar donde se asienta el albergue emergente para los menores infractores.
Hay prisa en llevar a cabo la obra, sí. Pero aparentemente las negociaciones con el Poder Judicial fueron tardías (empezaron apenas la semana pasada), pues no ha sido posible convencer al juzgador y al personal que desahoga audiencias y diligencias de salir de Tepic. Quizá si este diálogo hubiera iniciado con mayor anticipación ya estuviera listo el acuerdo para el cambio de sede.
Como una medida de presión, el asunto llegó ya a medios impresos y electrónicos, en términos nada respetuosos para los integrantes del Tribunal Superior de Justicia, y específicamente de su Presidente Jorge Armando Gómez Arias. En los términos en que se publicita este desencuentro uno colige que la división de Poderes no existe, dando al traste con las reglas de cortesía política que siempre practica el gobernador Ney González.
No creo que los siete magistrados nayaritas se sientan urgidos a resolver este asunto con prontitud ni en los términos planteados por los representantes de Palacio, pues al salirse este tema de la agenda privada, las condiciones cambian. Si el problema se podía resolver de con tintes de diplomacia, ahora cualquier solución en las condiciones planteadas se verá como un acto de obediencia a otro Poder, gracias a la publicidad que se le ha dado.
DE BUENA FUENTE: Un transparente Jorge Aníbal Montenegro invita por vía cibernética a que visiten el sitio www.sepen.gob.mx/tiendas para que observen los recursos que cada escuela ha recibido por ese concepto. Se trata de ponerle fin a los arreglos por debajo de la mesa entre los directores de planteles y los concesionarios de las tienditas escolares.
Mediatizar asuntos de la agenda privada es una variable. César Yáñez, el vocero de Andrés Manuel López Obrador, nos platicó la estrategia del Jefe de Gobierno del DF al respecto. Con el tejido social a su favor, y con muchos líderes de opinión de acuerdo –incluyendo a Carlos Slim, por ejemplo- cuanto asunto salía a los medios obtenía para la causa del “Peje” un respaldo casi automático.
Claro, hubo muchos expedientes que se quedaron en el maletín de los asuntos privados. No todos los casos se hicieron públicos.
LA PUBLICIDAD NO SIEMPRE AYUDA
Publicitar un tema ayuda a la solución, siempre y cuando la autoridad se asegure de operar las adhesiones conducentes. Ni siquiera a los aliados les debe caer de sorpresa.
Digo esto porque en estos días se dio a conocer un diferendo entre Poderes, a partir de la necesaria remodelación del Centro de Internamiento y Reinserción Social de Adolescentes, mejor conocido como CIRSA –obra a cargo de la Secretaría de Obras Públicas-, y la implicación que ello conlleva: el traslado temporal de un Juzgado a Paso Hondo, Tecuala, lugar donde se asienta el albergue emergente para los menores infractores.
Hay prisa en llevar a cabo la obra, sí. Pero aparentemente las negociaciones con el Poder Judicial fueron tardías (empezaron apenas la semana pasada), pues no ha sido posible convencer al juzgador y al personal que desahoga audiencias y diligencias de salir de Tepic. Quizá si este diálogo hubiera iniciado con mayor anticipación ya estuviera listo el acuerdo para el cambio de sede.
Como una medida de presión, el asunto llegó ya a medios impresos y electrónicos, en términos nada respetuosos para los integrantes del Tribunal Superior de Justicia, y específicamente de su Presidente Jorge Armando Gómez Arias. En los términos en que se publicita este desencuentro uno colige que la división de Poderes no existe, dando al traste con las reglas de cortesía política que siempre practica el gobernador Ney González.
No creo que los siete magistrados nayaritas se sientan urgidos a resolver este asunto con prontitud ni en los términos planteados por los representantes de Palacio, pues al salirse este tema de la agenda privada, las condiciones cambian. Si el problema se podía resolver de con tintes de diplomacia, ahora cualquier solución en las condiciones planteadas se verá como un acto de obediencia a otro Poder, gracias a la publicidad que se le ha dado.
DE BUENA FUENTE: Un transparente Jorge Aníbal Montenegro invita por vía cibernética a que visiten el sitio www.sepen.gob.mx/tiendas para que observen los recursos que cada escuela ha recibido por ese concepto. Se trata de ponerle fin a los arreglos por debajo de la mesa entre los directores de planteles y los concesionarios de las tienditas escolares.
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