lunes, 7 de marzo de 2016

¿Qué hacer con los “rugidores”?


Con afecto para mi convaleciente amigo y maestro Alejandro Gándara

Por Enrique HERNÁNDEZ QUINTERO / Exclusivo MERIDIANO

·         Hace 8 años que contamos regidores por demarcación y su desempeño es el mismo
·         Reducirles el sueldo o que ese cargo sea honorífico, algunas propuestas en el aire
·         En Nayarit hay 138 regidores que se manejan con bastante opacidad
·         El desencuentro entre Polo y un regidor muestra la intolerancia del equipo polista

El conductor del más popular noticiero radiofónico local, Alejandro Gándara, hace gozar a su audiencia cada vez que lee al aire un reclamo ciudadano, mismo que él adereza con su crítica, contra los “rugidores” (AKA “regidores”).

REGIDORES CON ETERNA MALA IMAGEN
Ellos nunca se defienden. Se encuentran en una situación de confort increíble. Buenos sueldos, poco trabajo. En ese tenor, permanecen en la cómoda penumbra.
Poco se conoce del trabajo concreto que realizan. Desde el empirismo total, algunos intentan mediatizar lo que hacen. Otros trascienden por ser polemistas virtuales. En síntesis, no encuentro un dato que me provoque darle un aplauso a alguno de los representantes nuestros en cabildo.
La famosa reforma electoral vigente desde 2008 que permitió elegir a 138 regidores por demarcaciones, de nada ha servido. Cuando pienso en un buen regidor en los últimos tres trienios sólo me vienen a le mente un par de ejemplos: Eduardo Naya en Tepic y actualmente Baltazar Urzúa en Compostela. No más.

¿BAJARLES EL SUELDO O DE PLANO QUE NO COBREN?
Pienso entonces que no era tan descabellada la propuesta de Ernesto Acero de hace un par de décadas por lo menos: “En Tepic deberíamos tener 300 regidores, uno por cada colonia, todos honoríficos”.
Me consta que los actuales diputados no se pierden el noticiero de Gándara. Ojalá y se percaten que hay un consenso abrumador, un hartazgo casi unánime contra los servidores públicos que ganan mucho y devengan poco.
A ocho años de su puesta en vigor, podemos concluir que los regidores de demarcación son tan inoperantes como los regidores de planilla de antaño. En la discusión que se tenga sobre la reforma electoral de cada tres años (en Nayarit confeccionamos leyes para cada elección local), me parece que habrá una interesante presión para modificar la composición de los Ayuntamientos.
La semana pasada una radioescucha se llevó las palmas al socializar en el noticiero aludido su propuesta para que los regidores sólo cobren un 30% del sueldo actual y que el 70% restante se aplique en resolver gestiones vecinales.

¿QUÉ HACER SEÑORES DIPUTADOS?
Tan fuerte como la disparidad en sueldos y beneficios es la opacidad con que se manejan los recursos para pagar a los regidores y su personal de apoyo. Difícil saber cuánto ganan, cuánto reciben en fondos para la gestoría social y a cuánto personal de apoyo tienen derecho.
Algo deben hacer los legisladores para modificar el esquema que permite que tengamos “rugidores” (Gándara dixit) que poco o nada sirven para que la institución municipal funciones.
Si en la actual Legislatura deciden reducirles percepciones, si convierten ese cargo en honorario o si de plano los quitan del organigrama, desde ya, tienen mi simpatía total.

DE BUENA FUENTE: El desencuentro entre el regidor César Guzmán y el alcalde Polo Domínguez ha servido para que en redes sociales las huestes polistas muestren un rostro poco afortunado: el de alfiles fundamentalistas que prescinden de los argumentos para recurrir a la adjetivación y el insulto.
Que flojera pensar que Polo, mi amigo Polo, llegue a otro cargo político futuro con ese tipo de aliados. Lo que se decodifica es intolerancia al disenso y poca disposición al debate.
Visto el tema con sentido de oportunidad, se antoja urgente una jornada de adoctrinamiento al equipo polista para evitar que se les siga percibiendo como practicantes de los vicios que profesan otras corrientes políticas antagónicas.

Twitter: @ehq


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