Con afecto para mi convaleciente amigo y maestro Alejandro Gándara
Por Enrique HERNÁNDEZ QUINTERO / Exclusivo
MERIDIANO
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Hace 8 años que contamos regidores por
demarcación y su desempeño es el mismo
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Reducirles el sueldo o que ese cargo sea
honorífico, algunas propuestas en el aire
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En Nayarit hay 138 regidores que se manejan con
bastante opacidad
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El desencuentro entre Polo y un regidor muestra
la intolerancia del equipo polista
El conductor del más popular noticiero
radiofónico local, Alejandro Gándara,
hace gozar a su audiencia cada vez que lee al aire un reclamo ciudadano,
mismo que él adereza con su crítica, contra los “rugidores” (AKA “regidores”).
REGIDORES CON ETERNA MALA IMAGEN
Ellos nunca se defienden. Se encuentran en una
situación de confort increíble. Buenos sueldos, poco trabajo. En ese
tenor, permanecen en la cómoda penumbra.
Poco se conoce del trabajo concreto que
realizan. Desde el empirismo total, algunos intentan mediatizar lo que hacen.
Otros trascienden por ser polemistas virtuales. En síntesis, no encuentro un
dato que me provoque darle un aplauso a alguno de los representantes
nuestros en cabildo.
La famosa reforma electoral vigente desde 2008
que permitió elegir a 138 regidores por demarcaciones, de nada ha
servido. Cuando pienso en un buen regidor en los últimos tres trienios sólo me
vienen a le mente un par de ejemplos: Eduardo
Naya en Tepic y actualmente Baltazar Urzúa en Compostela. No más.
¿BAJARLES EL SUELDO O DE PLANO QUE NO COBREN?
Pienso entonces que no era tan descabellada la
propuesta de Ernesto Acero de hace
un par de décadas por lo menos: “En Tepic deberíamos tener 300 regidores, uno
por cada colonia, todos honoríficos”.
Me consta que los actuales diputados no se
pierden el noticiero de Gándara.
Ojalá y se percaten que hay un consenso abrumador, un hartazgo casi
unánime contra los servidores públicos que ganan mucho y devengan poco.
A ocho años de su puesta en vigor, podemos
concluir que los regidores de demarcación son tan inoperantes como los
regidores de planilla de antaño. En la discusión que se tenga sobre la reforma
electoral de cada tres años (en Nayarit confeccionamos leyes para cada elección
local), me parece que habrá una interesante presión para modificar la
composición de los Ayuntamientos.
La semana pasada una radioescucha se llevó las
palmas al socializar en el noticiero aludido su propuesta para que los
regidores sólo cobren un 30% del sueldo actual y que el 70% restante se aplique
en resolver gestiones vecinales.
¿QUÉ HACER SEÑORES DIPUTADOS?
Tan fuerte como la disparidad en sueldos y
beneficios es la opacidad con que se manejan los recursos para pagar a los
regidores y su personal de apoyo. Difícil saber cuánto ganan, cuánto reciben en
fondos para la gestoría social y a cuánto personal de apoyo tienen derecho.
Algo deben hacer los legisladores para
modificar el esquema que permite que tengamos “rugidores” (Gándara dixit) que poco o nada sirven para que la institución
municipal funciones.
Si en la actual Legislatura deciden reducirles
percepciones, si convierten ese cargo en honorario o si de plano los quitan del
organigrama, desde ya, tienen mi simpatía total.
DE BUENA FUENTE: El desencuentro
entre el regidor César Guzmán y el
alcalde Polo Domínguez ha servido
para que en redes sociales las huestes polistas muestren un rostro poco
afortunado: el de alfiles fundamentalistas que prescinden de los
argumentos para recurrir a la adjetivación y el insulto.
Que flojera
pensar que Polo, mi amigo Polo, llegue a otro cargo político
futuro con ese tipo de aliados. Lo que se decodifica es intolerancia al disenso
y poca disposición al debate.
Visto el tema
con sentido de oportunidad, se antoja urgente una jornada de adoctrinamiento
al equipo polista para evitar que se les siga percibiendo como practicantes de
los vicios que profesan otras corrientes políticas antagónicas.
Twitter: @ehq
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